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Mostrando entradas de octubre, 2014

Haciendo jabón con mis hijos

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Esta tarde estábamos aburridos y se nos ocurrió hacer jabón. Aquí teneis la receta. Ingredientes: -1/2 litro de aceite usado -200 ml de agua -75 gr de sosa caustica (Hidróxido de sodio) Utensilios: Un recipiente grande de plástico Un palo de madera para remover Guantes de goma Gafas de protección Mascarilla MUY IMPORTANTE: Antes de comenzar es necesario ponerse los guantes de goma, las gafas y la mascarilla. La razón es que la sosa cáustica es altamente corrosiva y puede producir quemaduras si entra en contacto con la piel, además al disolverla en agua, emite gases tóxicos. Paso 1:Diluir la sosa cáustica en el agua. Es importante que este paso se haga al aire libre o bajo una campana extractora ya que el proceso de disociación de la sosa cáustica en agua desprende calor y vapores que pueden irritar los ojos y la garganta. Paso 2: Incorporar al aceite usado y remover Este paso es el más pesado. Después de incorporar el aceite, hay que remover con el palo de

Su oreja sobre mi vientre

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Con 20 años y poco más de 50 kilos, delante del espejo, miraba mi barriga perfectamente plana, lisa. El ombligo no era más que un agujero en medio de los huesos de mi pelvis, y no había nada más que piel firme. Ahora, pasados los 40 y con bastantes kilos más, me miro al espejo y por mucho que aguante la respiración, aprete la barriga o la estruje entre mis manos para intentar esconderla, ahí está. El ombligo se ha convertido en un agujero rodeado de pliegues, estrias, y lineas oscuras. Pero cuando pienso en los "culpables" de tanta desgracia, mi mal humor desaparece. Tres vidas han albergado este vientre. Tres vidas que han crecido en su interior transformando mi cuerpo en tres ocasiones y convirtiéndolo al fin en un globo desinflado y feliz. Tres vidas que ahora corren, juegan, aprenden, se pelean, se quieren... Cuando tumbada en el sofá, tengo a alguno de mis hijos con la oreja en este ombligo, la imagen de la vida, oculta la imperfección, y doy gracias a la natur

Los peligros del bosque

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El fin de semana pasado, se nos ocurrió ir con los niños a pasear por un bosque cercano y así disfrutar del paisaje otoñal. A los pequeños, les encanta jugar a exploradores, y aprovechando la época del año, disfrutan buscando setas y otros tesoros de la naturaleza. Lo estábamos pasando en grande, subiendo montaña arriba, apartando ramas secas de pinos, chaparros, y alguna que otra telaraña. La fiesta se acabó, cuando a medio metro de mis pies.... UN POZO ABANDONADO!!!! El sentimiento pasó de la sorpresa al temor, y sobre todo me invadió la angustia . Angustia  al pensar lo que podía haber pasado... Menos mal que fui yo,  la que lo descubrí... Recordé en ese momento, cuántas veces mi madre me había dicho: "Cuidado por donde pisáis que puede haber un pozo". Y me pareció extraño que a día de hoy todavía existan estos peligros olvidados en el bosque. Medía alrededor de un metro de diámetro. Me acerqué al borde para ver si era profundo. A unos dos metros