Ama de Casa a los 40

Hace unas semanas me cambié de cocina. Es todo un proyecto de reforma. Cuando pueda, haré un artículo para explicaros todo el "show" que se monta. Pero con un poco de organización y un mucho de paciencia, se supera. Y cuando terminas, la crisis vale la pena. Bueno, mientras tanto, os quería explicar lo contenta que estoy con mi horno pirolítco. La verdad es que cuando estábamos decidiendo qué horno poner, no me convencía la opción de pirólisis. Pensaba en el gasto de luz, cada vez que lo pusiera, y pensaba que no era tan práctico. Pero hablando con familiares del tema, me lo pintaban como la última maravilla. Y al final cedí. Y ahí lo tengo. Desde que lo instalaron, ya lo he puesto un par o tres de veces y en la última se me ocurrió fotografiar el proceso para que lo viérais. Las fotos no son muy buenas (me tengo que comprar una cámara como Dios manda) pero espero que se vea lo que quiero enseñar. Foto 1: El día anterior había hecho un pastel de chocolate par

Qué feliz soy, paseando por este prado verde. Escucho los pájaros que cantan, el sol calienta mi piel desnuda; su calor, abriga mi cuerpo. Bajo mis pies, la hierba se mete entre mis dedos y el cosquilleo me hace sonreír. Las flores adornan el verde, y una alfombra multicolor se extiende hasta el infinito. En este momento tengo todo lo que necesito. El aire que respiro, es mi fuente de energía. No necesito nada más. Todo es fácil. Sencillo. En calma. Foto de Fernando L. extraída de www.fotocommunity.es Mi alegría me impulsa a corretear, el viento acaricia mi pelo. Extiendo los brazos, doy un gran salto, voy a volar... Algo ha quebrado. Al volver al suelo, mis pies se mojan, me hundo, mi cuerpo se enfría, y todo se oscurece... Buceo y miro hacia arriba. Sólo hay un agujero por el que salir. Mi cuerpo es de plomo. No puedo respirar. No entiendo nada. Cierro los ojos. El fin se aproxima.... El calor de sus yemas, calientan las mías. Su mano