Es normal, cuando vas a comer a un restaurante, dejar unas monedas de propina por el buen servicio recibido y en agradecimiento por haber pasado un rato agradable, sin pensar en nada más que en disfrutar. Pero, ¿qué ocurre, cuando te hacen esperar una hora y media para traerte lo que has pedido, tienes que reclamar cosas que se les olvida, la comida es mediocre, tienes que llamar la atención amablemente al señor de la mesa de al lado porque está fumando ...? Eso sí, cuando pedí la cuenta, no tardaron ni treinta segundos en traerla. Si quieres saber toda la historia, sigue leyendo, si no, vete a ver la foto del final, y sabrás cual fue nuestra reacción. LA HISTORIA: Ayer era el día de la mujer. Toda la vida ha sido el día de la mujer trabajadora, pero supongo que le han cambiado el nombre para no herir a las que como yo, "no trabajamos" (jejeje)). Mi familia y yo, decidimos ir a comer fuera, para celebrarlo, y porqué no decirlo, librarme por un día de cocinar. Er...