¿Por qué no ha venido el ratoncito Pérez?

—¡Mama! ¡Se me ha caído el diente en la clase!—me dijo gritando mi hija Sara de 6 años cuando salió del colegio al mediodía.
—¿Y dónde está?
—En la agenda. La Laia—una de sus maestras—me lo ha guardado en un papel y me lo ha puesto con el clip en la agenda.
 
—¡Pues muy bien! Luego lo ponemos en tu mesita para que se lo lleve el Ratoncito Pérez.

Pasó el viernes y al llegar la noche el cansacio semanal se acumula en el cuerpo y en la mente. De todas formas, eso no es excusa para cumplir el ritual.

—Mama, ¿ponemos el diente?. También tenemos que poner un poco de queso y agua para el Ratoncito Pérez
 
—¡Claro que sí! ¡Vamos!

Ya en la habitación, sobre un trozo de papel de cocina, pusimos en la mesita de noche, el diente, un trozo de queso y también un poco de agua en un tapón de plástico de una botella de agua de 5 litros.

—Venga, duérmete, que como venga el Ratoncito Pérez y estés despierta, se irá y no te dejará ningún regalo.


El dia terminó y a la mañana siguiente...

—Mama...—escucho la voz de Sara desde el país de los sueños.—Mama... No ha venido...
 
—¡MIERDA!—pienso mientras me despierto de golpe—el Ratoncito Pérez no ha venido. Aiiiinnsss
 
—No ha venido el Ratoncito—repite mi hija con una voz que me taladra el corazón.
 
—Qué extraño...—le digo sorprendida mientras la máquina de pensar se acelera para conseguir una explicación que lo justifique.

Yuki, nuestra gata, que en ese momento entraba por la puerta de la habitación, me dio la respuesta. Menos mal que no habla y no pudo desmontar la coartada, jejeje

—Ya sé lo que ha pasado—le digo a mi hija—Seguramente ha venido, pero ha visto a la gata y se ha asustado. Como las últimas veces que ha venido no teníamos gata, esta vez no se lo esperaba y se ha  ido para que no le coma. Seguro que esta noche viene.

Y así fue. A la mañana siguiente...

—¡Mama, mama!—entraba gritando a mi habitación—¡Esta noche sí que ha venido! ¡Me ha dejado un Zuma y muchas monedas! ¡Y se ha comido casi todo el queso!
 
—¿Ves? Ya te lo dije—le digo sonriendo. 




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