El horario de verano
¡Oh no! Las 8:30. Mierd....!! Digo... mecachis.... Jooope con el horario de verano....
Las 2:00 serán las 3:00 dijeron en el telediario. Y se quedaron tan anchos. Y todos a adelantar los relojes el domingo por la mañana. Y no pasa nada.... Y los días son más largos....
Y mis hijos, los tres, están como tronquitos.
-Venga, niños que nos hemos dormido!-les grito a los mayores.
-Tengo sueeeeño...-dicen al unísono.
-Ya lo sé, yo también, pero hay que ir al cole.
Y les tiro la ropa encima de la cama, y me voy a preparar el desayuno. (El mío no, claro; ya no hay tiempo). Los bocatas para la hora del patio, el zumo, el agua...
-Venga, ¡que vamos tarde!
Y vienen, arrastrándose, desayunan, y en 20 minutos ya los tengo listos en el coche. Cojo a la peque de la cuna, y sin quitarle el pijama, la meto también en el coche.
Uf! Hemos llegado! Por los pelos!
Al mediodía voy a buscarles. La niña no se ha dormido como suele hacer a esta hora, para darme un respiro y poder estar por los otros dos. Al llegar a casa el mayor dice:
-Parece que sea más pronto....
Y nos preparamos para comer.
-Venga chicos a comer.
-Pero es que yo no tengo hambre....
Normal, pienso yo, para su estómago es media mañana.
Y llega la hora de volver al colegio y entonces la niña está dormida. Al cogerla para llevarla al coche, se despierta, y se pone de mal humor.
Son las 21:00 y es hora de cenar.
-Niñoooos, a cenar para ir a dormir....
-Pero, si no tengo ni hambre ni sueño...
En fin.... Menos mal que en pocos días están adaptados, pero ya me gustaría a mí saber, cuántos millones de euros justifican este desorden.
Comentarios
Publicar un comentario