Sant Jordi
Tal dia como hoy, hace muchos, muchos meses, me tocó. Durante bastante tiempo antes, ya veía como les tocaba a otr@s. Pero yo estaba tranquila. Estaba segura de que antes de que me tocara a mí, el dragón ya habría muerto. Además, yo era la princesa y a nadie se le iba a ocurrir meterme en el bombo.
Por eso cuando mi nombre salió elegido, no me lo podía creer. Y tardé varios días en asimilar la noticia. Incluso esperaba que me dijeran que todo había sido un error, y que me dejaran volver a mi palacio. Pero no pasó así.
Mientras esperaba mi turno, hablaba con los que también les había tocado, como a mí, ser comidos por el dragón. Estaban todos muy nerviosos y asustados. Pero yo por dentro, me reía de ellos, porque sabía que, como era la princesa, Sant Jordi vendría a rescatarme.
Estando en la fila escuché a dos chicas que hablaban:
-¿Sabías que hoy le ha tocado a la princesa? El dragón se la ha comido, y no ha dejado ni los huesos.
¿La princesa? - pensé - pero si la princesa soy yo. Y seguramente lo pensé en voz alta, porque todos a mi alrededor rieron a carcajadas.
Y me empecé a asustar. ¿Y si es verdad? ¿Y si me come a mí también? Y la fila empezó a avanzar. Y llegó mi turno.
Allí estaba. Delante de mí. ¡¡¡El dragón era enorme!!! Sus dientes parecían espadas y su lengua, como una alfombra roja, me llevaba a mi destino final. Y sentí como desgarraba la carne de mis piernas. Ya no podría correr más. Y me dejó sin brazos. Y noté su olor a angustia, mientras bajaba por su garganta. Y se hizo todo oscuro. Y sentí la soledad....
¿Dónde está mi caballero?-Pensaba, mientras las lágrimas inundaban mis mejillas.
Así pasé horas y horas, durante días y días. Con mis pensamientos. Com mi nueva realidad. Transformándome en su alimento. Formando parte de otro mundo....
Pero algo me hizo reaccionar...
¿De dónde viene ese perfume tan dulce? ¡Si huele a rosas! ¡Mi olfato aún funciona!
Una voz me susurró al oído: Buenos días princesa....
Abrí poco a poco mis ojos. La luz me cegaba. Y empecé a ver.
Y por fin....... desperté.
Por eso cuando mi nombre salió elegido, no me lo podía creer. Y tardé varios días en asimilar la noticia. Incluso esperaba que me dijeran que todo había sido un error, y que me dejaran volver a mi palacio. Pero no pasó así.
Mientras esperaba mi turno, hablaba con los que también les había tocado, como a mí, ser comidos por el dragón. Estaban todos muy nerviosos y asustados. Pero yo por dentro, me reía de ellos, porque sabía que, como era la princesa, Sant Jordi vendría a rescatarme.
Estando en la fila escuché a dos chicas que hablaban:
-¿Sabías que hoy le ha tocado a la princesa? El dragón se la ha comido, y no ha dejado ni los huesos.
¿La princesa? - pensé - pero si la princesa soy yo. Y seguramente lo pensé en voz alta, porque todos a mi alrededor rieron a carcajadas.
Y me empecé a asustar. ¿Y si es verdad? ¿Y si me come a mí también? Y la fila empezó a avanzar. Y llegó mi turno.
Allí estaba. Delante de mí. ¡¡¡El dragón era enorme!!! Sus dientes parecían espadas y su lengua, como una alfombra roja, me llevaba a mi destino final. Y sentí como desgarraba la carne de mis piernas. Ya no podría correr más. Y me dejó sin brazos. Y noté su olor a angustia, mientras bajaba por su garganta. Y se hizo todo oscuro. Y sentí la soledad....
¿Dónde está mi caballero?-Pensaba, mientras las lágrimas inundaban mis mejillas.
Así pasé horas y horas, durante días y días. Con mis pensamientos. Com mi nueva realidad. Transformándome en su alimento. Formando parte de otro mundo....
Pero algo me hizo reaccionar...
¿De dónde viene ese perfume tan dulce? ¡Si huele a rosas! ¡Mi olfato aún funciona!
Una voz me susurró al oído: Buenos días princesa....
Abrí poco a poco mis ojos. La luz me cegaba. Y empecé a ver.
Y por fin....... desperté.
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| Mi caballero mató al dragón y en su lugar nació un precioso rosal de rosas rojas |
